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Los injertos óseos son esenciales para reemplazar el hueso perdido o infectado de los maxilares. Ya sea que una caries dental haya destruido su diente y dejado un espacio después de su extracción, o que la enfermedad periodontal haya aflojado sus dientes, un injerto óseo puede reparar y reconstruir el hueso dañado para sostener luego un implante dental.
Los dientes circundantes también podrían aflojarse y eventualmente caerse si su tejido óseo de soporte no es tratado adecuadamente, lo que complicaría aún más la situación. En estos casos, sin un injerto óseo, el implante dental no tendría suficiente masa crítica para anclarse de forma segura.
¿Qué Es un Injerto Óseo?
En términos generales, un injerto óseo es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo solucionar los problemas de articulaciones y huesos en cualquier parte del cuerpo. El injerto de hueso también se conoce como trasplante óseo, ya que muchas veces se extrae hueso de un sitio para colocarlo en otro.
Es un tratamiento beneficioso para reparar órganos que han sido dañados debido a traumatismos, infecciones o procesos degenerativos. También es útil para robustecer el hueso alrededor de un dispositivo artificial implantado, como en una cirugía de reemplazo total de rodilla, por ejemplo. La cirugía de injerto óseo sirve para rellenar cualquier área que carezca de hueso y lo necesite.
El hueso utilizado en la cirugía de injerto óseo podrá provenir de su propio cuerpo, de un donante o ser completamente sintético.
Tipos de Injertos
Los injertos óseos están disponibles en una variedad de sustancias. Estos sustitutos óseos pueden ser biológicos (naturales) o sintéticos:
- Injerto Óseo Autólogo/Autógeno En este tipo de injerto, el hueso se toma del propio cuerpo del paciente. Para realizar un injerto óseo autólogo, nuestros Cirujanos utilizan el tejido óseo del mentón u otra área cercana para reconstruir o reemplazar el hueso maxilar antes de la colocación de implantes dentales. Sin embargo, si el hueso en estas zonas orales no es suficiente o adecuado, el injerto de tejido puede tomarse de la cadera, la tibia o la cabeza.
- Aloinjerto Es el que se extrae de un donante fallecido. Sin embargo, antes de usar el hueso u otro tejido, el cadáver es examinado minuciosamente para determinar si hay alguna enfermedad infecciosa. Luego, el hueso se somete a una serie de tratamientos para compatibilizarlo con el receptor y minimizar cualquier reacción inmunitaria.
- Xenoinjerto El xenoinjerto se toma de una fuente animal como una vaca o un cerdo. El hueso se procesa cuidadosamente para que el tejido a utilizar tenga alta concentración de componentes minerales. Los xenoinjertos funcionan bien para reconstruir el hueso porque actúan como un marcador de posición mecánico y biológico en la mandíbula. Añaden soporte físico al sitio quirúrgico y el cuerpo reemplaza el xenoinjerto con hueso nuevo a lo largo del tiempo.
- Injerto Aloplástico Están compuestos por sustancias que no proceden ni de humanos ni de animales. Pueden derivarse de fuentes naturales, sustancias sintéticas o de una combinación de ambas. Estos injertos pueden estar hechos de hidroxiapatita, carbonato cálcico y fosfato tricálcico. La hidroxiapatita se utiliza con mucha frecuencia por su resistencia y durabilidad.
Razones para el Tratamiento con Injertos Óseos
Hay varias razones por las que las personas pueden necesitar un injerto óseo, y estas pueden ser estéticas o funcionales. A continuación presentamos las 3 condiciones que con mayor frecuencia requieren de este tipo de cirugía:
1- Enfermedad Periodontal
La enfermedad periodontal, también conocida como enfermedad de las encías, puede debilitar el hueso maxilar y hacer que los dientes se aflojen y caigan. La buena noticia es que la enfermedad periodontal se puede tratar o revertir hasta cierto punto, haciendo uso de los injertos, membranas y técnicas de Regeneración Tisular Guiada.
2- Colocación de Implantes Dentales
La razón más común para un injerto de hueso dental es prevenir la pérdida ósea después de extraer un diente. Estos se denominan “injertos alveolares” porque el material del injerto óseo se inserta en el alveolo vacío dejado por la pieza extraída.
Pero si la extracción se realizó hace mucho tiempo y el hueso no es suficiente para sostener el cuerpo del implante, será necesario someterse a un injerto óseo, probablemente más amplio, antes de la implantación. El injerto óseo podría tardar entre 3 y 6 meses en sanar por completo, integrarse con el hueso subyacente y adoptar su fisiología natural.
Cuando un diente se afloja, una de las primeras cosas que el paciente suele considerar, es un implante dental. Sin embargo, si el paciente ha tenido una enfermedad periodontal durante un período de tiempo prolongado, puede ser necesario extraer los dientes y colocar injertos óseos para fortalecer el hueso y garantizar el éxito de los implantes.
En algunos casos también es necesario corregir el descenso o neumatización del seno maxilar. Un Sinus Lift o levantamiento de seno implica elevar la membrana de la cavidad e injertar hueso debajo de ella, para que haya suficiente estructura ósea y poder colocar los implantes.
3- Atrofia del Reborde Alveolar
Aunque no se vayan a colocar implantes dentales, muchas veces es necesario reconstruir y regularizar el reborde residual para realizar prótesis fijas o removibles.
La atrofia en las crestas alveolares puede ocurrir debido a traumatismos, lesiones, enfermedad periodontal o sobrecarga funcional.
El injerto óseo se utiliza para rellenar la cresta y hacer que el maxilar tenga una anatomía más uniforme y favorable para la rehabilitación protésica.
¿Qué Implica la Cirugía de Injerto Óseo?
El injerto óseo es un procedimiento bastante simple que se puede realizar con anestesia local, sin embargo, si es necesario injertar una gran cantidad de masa, es posible que se requiera anestesia general.
Inicialmente, el material de injerto debe recolectarse y prepararse para la inserción. Se hace una pequeña incisión en el tejido de la encía y luego se separa suavemente el hueso. A continuación, el material de injerto óseo se coloca en el sitio afectado o receptor. El proceso de regeneración ósea puede verse favorecido por el uso de:
- Membranas de Colágeno Una barrera delgada de colágeno (membrana) se coloca debajo de la superficie de la encía y sobre el material de injerto. Esta membrana crea suficiente espacio para que crezca el nuevo tejido sano y evita que el tejido blando de la boca se invagine e invada el espacio que debe ocupar el nuevo hueso. Esto implica que las células óseas puedan migrar hacia el área protegida y crecer de forma natural.
- Proteínas Estimulantes de los Tejidos Emdogain es un compuesto de proteínas derivadas de la matriz del esmalte y que generalmente se coloca en el sitio afectado antes de suturar la encía. Interviene en la formación de cemento acelular en el diente que proporciona una base para permitir que se produzca la unión periodontal. Las proteínas estimulantes de los tejidos ayudan a crear el soporte perdido en las áreas afectadas por defectos periodontales.
- Factores de Crecimiento Ricos en Plaquetas Se puede usar un líquido de alta concentración de plaquetas para crear un coágulo de sangre en el sitio de la herida y estimular su rápida curación. Recientemente se ha descubierto que estos factores también estimulan el crecimiento óseo, generando injertos más densos en un período de tiempo más corto.
Finalmente, la encía se sutura en su lugar y será necesario hacer una cita de seguimiento dentro de los 10 días siguientes para evaluar el progreso de la cirugía. Bien indicado, el injerto óseo es un tratamiento de gran éxito y una buena preparación para futuras rehabilitaciones protésicas y periodontales.
“El Tratamiento de la Enfermedad Periodontal Avanzada y la Colocación de Implantes Dentales, Son las Dos Indicaciones Más Frecuentes para los Injertos Óseos”.
DENTAL TIP
¿Qué Sucede Después de la Intervención?
Después del procedimiento, se administran antibióticos para prevenir infecciones postoperatorias. En algunos casos, también se administran analgésicos. La mayoría de los pacientes que reciben injertos óseos no sienten dolor y les va bien, siempre que cumplan las indicaciones y tomen la medicación.
Nuestros Cirujanos deberán esperar a que el injerto óseo se fusione con el hueso natural que ya está en boca. Desafortunadamente, los sistemas biológicos son muy diferentes y no existe un lapso de tiempo exacto para que esto ocurra.
No es raro que el injerto óseo tarde entre tres meses y un año entero en integrarse con los huesos naturales de la boca. Serán necesarios chequeos regulares hasta completar su maduración y poder recibir implantes dentales, si es el caso.
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