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La proporción áurea, proporción divina o regla de oro, es el principio básico que rige nuestra “filosofía de la sonrisa”.
El concepto de la proporción divina se remonta a la época de los antiguos Griegos. Según sus creencias, la verdadera belleza se define por el ratio o proporción constante entre el tamaño de algunos elementos grandes y otros pequeños.
Si bien aplicaron esto en relación a la belleza de los objetos de la naturaleza, finalmente se adoptó en otros aspectos de la vida. En la actualidad, el concepto sigue siendo atractivo y se ha diversificado en varias áreas Médicas, incluida la Odontología.
En pocas palabras, la proporción áurea se basa en una relación matemática de 1,618:1 entre el tamaño de elementos próximos y bien definidos, que según criterio, será garantía de éxito en la expresión y proyección de armonía, belleza y naturalidad.
Si bien es inevitable que las tendencias de belleza vayan y vengan, la idea de una “Proporción Áurea” se ha mantenido invariable a lo largo del tiempo. No obstante, el concepto de proporción áurea ha sido el centro de mucha controversia y la Odontología no es una excepción al respecto. Ha sufrido importantes ajustes en cuanto a su aplicación en el ámbito dental, simplemente porque es difícil conseguir una proporción ideal, y menos aún, perfecta.
Pero a medida que las tecnologías y las especialidades avanzan, se perfeccionan cada vez más los criterios para su aplicación clínica. Según nuestra experiencia, el concepto de la regla de oro no debe considerarse únicamente en términos del ancho dental, sino que debe ser aplicado al conjunto del complejo dentofacial, para impactar positivamente en la apariencia de todo el rostro.
¿Pero Qué Es Concretamente la Proporción Áurea?
Se trata de un número algebraico irracional (su representación decimal es infinita y no tiene período) que posee muchas propiedades interesantes y que fue descubierto, no como una expresión aritmética, sino como una relación o proporción entre dos segmentos de una recta, es decir, una construcción geométrica.
Esta proporción se encuentra tanto en algunas figuras geométricas como en la naturaleza: en las nervaduras de las hojas de algunos árboles, en el grosor de las ramas, en el caparazón de un caracol, en los flósculos de los girasoles y en millones de estructuras naturales.
Dos cantidades están en la proporción áurea si su proporción es la misma que la proporción entre su suma y la mayor de las dos cantidades. En otras palabras, su relación es de aproximadamente 1,618.
La proporción de 1,618 se ha utilizado ampliamente en música, diseño, arquitectura y arte. Los antiguos matemáticos Griegos y Leonardo da Vinci se encuentran entre los que han empleado la proporción áurea en sus obras.
Aplicación de la Proporción Áurea en Odontología
Cuando se trata de una sonrisa, la proporción áurea se aplica a los dos dientes frontales. Estos dos dientes se miden en términos de alto y ancho. La forma ideal es aquella en la que los dos incisivos frontales formen un rectángulo áureo considerando la proporción phi.
Esta fórmula ofrece solo un posible enfoque matemático para determinar el tamaño y la forma deseables de los dientes, en particular los superiores. Para poder aplicar la regla de la proporción divina, es necesario que los Odontólogos determinen con anterioridad la posición del borde incisal, el plano incisal, el plano gingival y la longitud del incisivo central.
Los profesionales también deben tomar en consideración otros criterios para determinar el ancho de los dientes y la proporción dental, principalmente la diferencia entre el ancho clínico (ancho real) y el ancho visual, que toma en consideración los detalles geométricos y curvaturas de las superficies proximales, y su influencia sobre la proyección de luces y sombras.
¿Por Qué Es Tan Importante Tomarla en Cuenta?
La proporción áurea facilita una fórmula matemática con la que podemos calcular con precisión y objetividad la relación proporcional de tamaño entre incisivos centrales, incisivos laterales y caninos.
No representa más que la búsqueda constante de la perfección en Odontología Estética, y quizás sea el gran secreto para algún día lograr la sonrisa perfecta. A diferencia del pasado, en la actualidad la gente gasta miles de dólares al año para corregir la alineación de sus dientes y también su forma, color y tamaño. Los estándares han cambiado, los requerimientos de belleza han aumentado y los pacientes son cada vez más exigentes y con mejor percepción de los pequeños detalles estéticos.
En la búsqueda por lograr esa proporción ideal, se realizan diversos procedimientos de Odontología Cosmética. Entre los más importantes y frecuentes se encuentran la Ortodoncia, recontorneado estético, restauraciones adhesivas, carillas de resina compuesta, carillas de porcelana, coronas totalcerámicas, cirugía de encías y cualquier otro tratamiento contemplado dentro de un diseño digital de sonrisa.
¿Cómo Se Integra la Regla de Oro a un Diseño Digital de Sonrisa?
A través de la manipulación de fotografías digitales y programas informáticos podemos aplicar estas proporciones o medidas a la sonrisa del paciente, basándonos por supuesto en su biotipo facial, para poder determinar la forma y tamaño ideales para sus nuevos dientes y así lograr la sonrisa deseada.
En el sector anterosuperior, la proporción áurea se trabaja de modo que el programa simule una relación matemática de 1,618 para el incisivo central, 1,0 para el incisivo lateral y 0,068 para el canino. De esta manera podemos decidir el ancho ideal de los dientes que más se muestran al momento de sonreír.
Existen otros parámetros que también se deben considerar para conseguir armonía, como por ejemplo, el largo de los incisivos. Los incisivos centrales deben ser al menos 1 mm más largos que los incisivos laterales, y los caninos del mismo largo que los centrales. Esto se evidencia al trazar una línea curva digital que siga el trayecto de los bordes incisales de los dientes anterosuperiores (de canino a canino). Esta curvatura debe coincidir o ser paralela a la curvatura del borde interno del labio inferior.
Otro detalle importante es lograr que al estar en reposo los labios, se expongan al menos 2 mm del borde incisal de los incisivos centrales superiores. La relación de la encía con el labio superior también es importante. Al momento de sonreír, no se debería exponer más de 1 mm de encía a nivel de los incisivos superiores. Si es mayor, la cirugía plástica periodontal, o en el peor de los casos; la cirugía ortognática, entrarían en consideración.
Lo cierto es que la búsqueda de una sonrisa perfecta nunca termina. Por los momentos los nuevos avances de la Odontología Cosmética se combinan con los viejos conceptos de belleza, sobre todo con aquellos basados en la naturaleza y la naturalidad, como la proporción divina. A futuro, quizás sea la inteligencia artificial el nuevo paradigma a enfrentar.
¿Es Todo lo Anterior Verdaderamente Necesario?
Si la estética es esencial para Usted, no solo es necesario, ¡es imprescindible!
Sin embargo, no todo el mundo tiene las mismas expectativas. Nadie puede negar el hecho de que pasar por alto estos conceptos y tecnologías, no necesariamente conllevan a una rehabilitación de mala calidad. Aún en la actualidad se hacen millones de coronas, carillas y otras restauraciones de porcelana sin un diseño previo y sin prestar mayor atención a la proporcionalidad de sus dimensiones, y sin embargo; la mayoría de los pacientes se sienten satisfechos y bien servidos con ellas.
La estética es algo subjetivo y solo Usted conoce sus expectativas y necesidades. Lo más importante es que sepa expresarlas a su Odontólogo y puedan juntos decidir los objetivos terapéuticos, el mejor concepto de tratamiento y los profesionales más idóneos para ello. ¡Luego no hay vuelta atrás!
“La Proporción Divina No Es Más que Uno de los Muchos Parámetros que Deben Ser Tomados en Cuenta a la Hora de Diseñar Una Sonrisa”.
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