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Muchas personas sienten miedo al Odontólogo y ante la idea de acudir a una clínica dental, pues experimentan una excesiva sensación de nerviosismo antes y durante la consulta.
Aunque la mayoría de los pacientes terminan anteponiendo los beneficios que representa para su salud bucodental una visita al Odontólogo, hay otros que experimentan ataques de pánico solo con pensar en el momento de la cita.
Estas personas son las que han desarrollado la llamada odontofobia, un temor intenso y de carácter irracional hacia el profesional de la Odontología. Son, por ello, literalmente incapaces de sentarse en el sillón dental.
Se estima que a nivel mundial el 2,7 por ciento de los hombres y el 4,6 por ciento de las mujeres, padecen de odontofobia.
Si es su caso, en este post queremos darle algunos consejos para tratar de transmitirle tranquilidad y confianza, y evitar la necesidad de recurrir a técnicas especiales para el control de la ansiedad como la sedación consciente y la anestesia general, ya que implican un altísimo coste, riesgos adicionales, una utilidad limitada y en muchos casos; una reducción considerable en la calidad del tratamiento dental dispensado.
Miedo vs Fobia
Los miedos y las fobias a menudo se consideran indistintamente, pero son dos entidades completamente distintas. La mayoría de las personas tienden a manifestar temor o miedo por determinadas cosas o circunstancias, generalmente las mismas que son comunes a otros congéneres. Esto es completamente normal, pero cuando la sensación se vuelve más intensa y alcanza niveles verdaderamente desproporcionados, se habla entonces de una fobia.
Veamos a continuación las 5 diferencias básicas entre miedo y fobia:
- El miedo es una emoción caracterizada por un sentimiento intenso ya sea de desagrado o de rechazo, y que por lo general es provocado por la percepción de un peligro. La fobia es un trastorno de la conducta ante cosas muy concretas.
- El miedo es una emoción primaria ocasionada por la aversión natural al riesgo o a una amenaza. La fobia se caracteriza por sentimientos de odio hacia algo que genera problemas emocionales o sociales.
- El miedo, aunque irracional, es normal; y se puede superar con voluntad. La fobia requiere de un tratamiento psicológico especializado bajo un estudio previo del paciente.
- El miedo es aprendido, a veces a consecuencia de malas experiencias. La fobia es el pánico persistente ante un objeto, idea o circunstancia sin justificación o causa aparente.
- El miedo puede ser controlado por la persona de alguna manera. La fobia no puede ser manejada de forma racional. La persona siente que es algo superior a ella.
Cuando se aplica al contexto de la Odontología, tener miedo, por ejemplo, puede implicar que un paciente vacile o posponga varias veces su visita a la clínica. Es probable que no le guste la sensación y los sonidos de los instrumentos utilizados durante las limpiezas y otros procedimientos, pero es capaz de tolerarlos.
En comparación, la odontofobia puede implicar un miedo tan severo, que el paciente es incapaz de recibir atención dental, incluso, aunque padezca un dolor insoportable.
Las causas y el tratamiento del miedo y la odontofobia, pueden ser similares. Sin embargo, una verdadera fobia puede requerir de mucho más tiempo y apoyo profesional especializado, principalmente por parte del Psicólogo.
Causas de la Aversión Dental
Es frecuente que el miedo al Odontólogo se genere por alguna experiencia previa negativa en una mala clínica dental, ya sea durante la niñez o la adolescencia. También es posible que ese temor haya sido infundado por una vivencia ajena, contada a detalle por familiares o amigos cercanos.
Pero sea cual sea el origen del rechazo hacia la Odontología, lo importante es saber que por lo general es un miedo infundado, y que por el contrario, hay pacientes que suelen quedarse dormidos en el sillón durante el transcurso de los procedimientos. De manera que al final, solo es una cuestión de percepción y condicionamiento.
Evitar las revisiones o los tratamientos necesarios sí puede llegar a ser muy doloroso y perjudicial para la salud. No es lo mismo ser tratado en condiciones de normalidad que en situaciones de emergencia con grandes infecciones, mucha inflamación y dolor agudo.
Terapia Psicológica
Los enfoques de los tratamientos varían según lo que las personas quieran y estén dispuestas a realizar, además de la evaluación por parte del profesional, el entrenamiento y criterio científico del mismo y de los recursos humanos y técnicos de los que disponga.
En general, se debe elegir la forma de tratamiento según la condición de cada paciente, e individualizar las técnicas y formas de abordaje para cada uno de ellos.
Los tratamientos de la ansiedad y fobia dental pueden abarcar:
- Psicoterapia La mayoría de los Psicólogos apuestan por una psicoterapia breve, para que los pacientes puedan progresar rápidamente, y aplican diferentes técnicas cuya eficacia ha sido comprobada científicamente. Las más frecuentes son la hipnosis, terapias EMDR (acrónimo en inglés de Eye Movement Desensitization and Reprocessing), relajación, visualización y acupuntura.
- Tratamientos Combinados de Psicoterapia con Fármacos Combinan las bondades de las técnicas de asesoramiento y aproximación del comportamiento con los efectos farmacológicos de drogas que actúan sobre los neurotransmisores del sistema nervioso.
- Farmacoterapia La medicación se prescribe algunas veces para tratar las consecuencias de las fobias como los ataques de ansiedad y pánico. Por lo general se utilizan antidepresivos que pertenecen al grupo de los inhibidores selectivos de la serotonina y noradrenalina como Paroxetina, Citalopram y Venlafaxina.
Siete Formas Básicas de Combatir la Ansiedad Antes de una Consulta Dental
Independientemente de la ayuda que los Médicos y Psicólogos puedan brindarle, existen varias medidas que pueden aumentar en gran medida su capacidad para dominar las emociones, los pensamientos y los comportamientos. Aquí presentamos algunos consejos útiles sobre técnicas de autocontrol que son perfectamente aplicables al campo odontológico:
1- Seleccione un Odontólogo que le Inspire Confianza
Preferiblemente un grupo de Especialistas que cuente con suficientes años de experiencia y la tecnología adecuada para evitar o minimizar las molestias del tratamiento. Además, evite las consultas masivas, con muchos pacientes y salas de espera abarrotadas, ya que seguramente evitarán que los profesionales se tomen el tiempo para despejar inquietudes y realizar los procedimientos de forma delicada.
En cualquier práctica clínica, el gran volumen de pacientes implica estrés, rapidez, movimiento y poco detalle en el aspecto humano del servicio. ¡Definitivamente, un paciente ansioso necesita todo lo contrario!
2- Programe Su Cita Para el Mejor Momento del Día o la Semana
Cuando programe una hora para visitar al Odontólogo, considere siempre los flujos de sus propios niveles de estrés durante el día o la semana. Por ejemplo, si Usted tiende a la ansiedad por la mañana, puede que no valga la pena acudir a la cita de las 9 am. En su lugar, programe una cita por la tarde.
3- Pídale a un Amigo o Familiar que le Acompañe
Estar acompañado por una persona que brinde apoyo y soporte emocional, alivia la ansiedad de varias maneras.
Un ser querido no solo puede servir como una presencia reconfortante (y distraerle de sus temores con una conversación amistosa), sino que ofrece otro par de ojos y oídos para abogar por su cuidado o captar detalles importantes que podrían elevar su nivel de estrés.
Esta es una de las principales razones por las que recomendamos a nuestros pacientes internacionales que viajen acompañados, siempre que sea posible.
4- Controle Su Respiración
Bajo estrés, aunque no seamos conscientes de ello, la respiración se vuelve más corta y superficial, perpetuando el ciclo de ansiedad. Estimule una respuesta de relajación en el consultorio con un ejercicio de respiración.
Pruebe la técnica 4-7-8 (inhalar contando hasta cuatro, contener la respiración contando hasta siete y exhalar contando hasta ocho) o simplemente concéntrese en llenar su vientre, no solo su pecho, con cada inhalación.
5- Pruebe la Autohipnosis
La autohipnosis o hipnosis autoinducida es un método de hipnosis que permite a un sujeto entrar en un estado mental particular, entre la vigilia y el sueño. En este estado, se intensifican los recursos psíquicos que todo individuo tiene para realizar cualquier actividad, consiguiendo exactamente lo mismo que en una sesión de hipnosis con un terapeuta.
Con ella, el individuo consigue potenciar sus recursos internos para relajarse con mayor facilidad, controlar sus estados emocionales, potenciar sus capacidades, eliminar tensiones, y sobre todo; mejorar la calidad de su vida.
La autohipnosis es indudablemente uno de los mejores recursos de autoayuda, sin embargo, su aprendizaje y dominio requiere de tiempo y esfuerzo.
6- Prepárese Mentalmente con Anticipación
Hacer frente a la ansiedad dental no se limita necesariamente a su permanencia en la clínica. Antes de una cita, prepárese para el éxito emocional con un poco de meditación. Específicamente, intente meditar acerca de afirmaciones positivas relacionadas con la circunstancia.
“Yo soy el guardián de mi propia salud” puede ser su mantra si se siente completamente a merced de su Odontólogo, o “la Odontología no es dolorosa porque millones de personas van todos los días sin ninguna preocupación”, si teme una mala experiencia.
7- Sea Honesto Acerca de Su Ansiedad
Tome en consideración que un buen profesional siempre estará interesado en saber cómo se siente su paciente y cuál es su disposición hacia el tratamiento.
Ser honesto acerca de sus preocupaciones facilitará una mejor relación con sus Odontólogos, lo que resultará en una menor cantidad de ansiedad y una mejor atención. Además, el simple hecho de aclarar cómo se siente con respecto a la situación, puede romper la tensión y reducir el estrés a un nivel manejable.
“Hacerse Consciente de que el Temor Desmedido Hacia la Atención Dental Es una Conducta Anormal e Irracional, Puede Ser el Primer Paso en la Solución del Problema”.
DENTAL TIP
Sedación y Anestesia General
Si a pesar de agotar todos los recursos anteriormente expuestos, continúa siendo imposible recibir la atención dental necesaria, es inevitable tener que recurrir a técnicas especiales como la sedación y/o anestesia general.
Sin embargo, deben ser siempre el último recurso a considerar, ya que implican importantes desventajas:
- Alto Coste El alquiler de un quirófano en un centro con todos los recursos de soporte vital y terapia intensiva, sumado a la participación de un Médico Anestesiólogo con su personal auxiliar, suele incrementar exponencialmente los precios del servicio, dejándolo fuera del alcance de la mayoría de las personas.
- Riesgo Adicional Aunque los procedimientos de sedación y anestesia son muy seguros en manos de los Anestesiólogos, no están exentos de eventuales complicaciones, incluyendo el riesgo de muerte. La mayoría de los estudios y estadísticas reflejan una mortalidad asociada en adultos con un rango de un caso por cada 2.500-5.000 pacientes.
- Utilidad Limitada La sedación y la anestesia general son únicamente viables en tratamientos de uno o dos pasos, y no son compatibles con procedimientos rehabilitadores extensos que requieran de citas múltiples para la práctica de endodoncias, reconstrucción de pilares, toma de impresiones, prueba de estructuras e instalación de prótesis fijas.
- Calidad Reducida Trabajar bajo sedación o anestesia general implica el hecho de luchar contra el tiempo, obviar detalles y resolver de forma rápida y sencilla. Además, condicionan la calidad del servicio dispensado al promover la extracción de dientes restaurables en condiciones normales.
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