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El desbridamiento periodontal es el procedimiento mediante el cual la placa y el cálculo (sarro o piedra) que se han acumulado sobre los dientes y las encías, es removido mecánicamente. Esto es lo que normalmente conocemos como “limpieza dental”.
El raspado y alisado de las raíces es una limpieza profunda, debajo de la superficie de las encías, que se practica para tratar la enfermedad de las mismas. El raspado elimina la placa y el sarro que está dentro de las encías, mientras que el alisado radicular suaviza la raíz del diente y ayuda a que las encías se vuelvan a insertar sobre su superficie.
Las técnicas de desbridamiento incluyen el uso de herramientas manuales, como los tartrectomos y curetas; así como instrumentos ultrasónicos, que fracturan el cálculo facilitando su remoción.
La instrumentación manual ha sido la técnica clásicamente aceptada para la exigente tarea del desbridamiento radicular desde la introducción de la cureta en 1916. La aparición del scaler o ultrasonido dental en 1958, debió haber tenido un mayor impacto en la profesión, pero lograr su uso generalizado fue un proceso lento y progresivo. Siete años después de las publicaciones originales sobre estos aparatos, muchos autores describieron los grandes beneficios de utilizar el desbridamiento ultrasónico durante la atención dental. Fueron los primeros en documentar menos fatiga e incomodidad del paciente mientras recibían tratamiento periodontal, así como una mejor visualización del campo operatorio.
A principios de la década de los 90, la instrumentación ultrasónica se convirtió en una modalidad aceptada de terapia periodontal, debido principalmente a una evolución en el tamaño y la forma de las puntas ultrasónicas. Las mejoras tecnológicas en su diseño cambiaron la percepción de los profesionales acerca del uso del ultrasonido. En la actualidad, se encuentran disponibles una amplia variedad de puntas, desde las más delgadas utilizadas en la instrumentación subgingival, hasta algunas especiales para implantes dentales.
Gingivitis Inducida por Placa Dental
La gingivitis por acumulacion de placa bacteriana es la forma más común de enfermedad periodontal vista por Odontólogos de todo el mundo.
Se caracteriza por una inflamación de la encía como resultado de la presencia constante de una biopelícula bacteriana en el margen gingival. También puede haber cálculo. Aunque los signos clínicos de la gingivitis pueden variar entre pacientes, el factor clave que la distingue de la periodontitis es la falta de pérdida de inserción.
La profundidad de sondaje debe ser modesta, de 2 o 3 mm, o levemente mayor, debido al agrandamiento gingival por edema o hipertrofia. No debe existir evidencia clínica o histológica de migración apical de la inserción epitelial. Radiográficamente, no debe observarse ningún tipo de pérdida ósea.
Protocolo de Tratamiento para la Gingivitis
El protocolo de tratamiento para este tipo de enfermedad puede comenzar con instrumentación ultrasónica o instrumental manual.
Si existen depósitos grandes, se pueden utilizar puntas ultrasónicas de tamaño estándar. Luego, las superficies dentales deben evaluarse con un instrumento manual. Una excelente opción es el explorador número 11-12, una sonda o una cureta.
Los depósitos residuales de leves a moderados deben eliminarse con cuidado utilizando varias curetas o puntas ultrasónicas finas. Después de la remoción del depósito, se puede usar un raspador en hoz para eliminar el cálculo residual o cualquier resto de tinción interproximal. Si la mancha persiste, los pasos finales pueden incluir el pulido seguido de un tratamiento con flúor.
Periodontitis Crónica
La periodontitis crónica es una enfermedad relacionada con la placa dental, igual que la gingivitis, pero se caracteriza por la pérdida de la unión epitelial. Los tejidos gingivales suelen estar rojos e inflamados, pero si el paciente forma tejido fibrótico, es posible que no sean notorios.
La periodontitis crónica se consideró originalmente un fenómeno relacionado con la edad, pero ahora se sabe que involucra factores de resistencia del huésped, en respuesta a los patógenos periodontales presentes en boca.
Si el paciente tiene más del 30% de sus encías con pérdida de inserción, se considera entonces que la enfermedad es generalizada. La pérdida de fijación que afecta a menos del 30% de los dientes, se considera enfermedad localizada.
Además, la cantidad de pérdida de inserción puede, de una forma genérica, sugerir la gravedad de la periodontitis. Una pérdida de inserción de 4 mm sugiere una enfermedad leve, 5 mm enfermedad moderada y la pérdida de 6 o más milímetros, enfermedad grave. Sin embargo, la profundidad de la bolsa o saco patológico no se puede usar como único signo clínico para determinar la extensión del proceso o gravedad de la enfermedad, ya que ciertas condiciones como el edema y la hipertrofia pueden contribuir a su profundidad, pero en ningún momento generan pérdida de inserción.
Protocolo de Tratamiento para la Periodontitis
El protocolo de tratamiento para pacientes con periodontitis crónica suele comenzar con instrumentación ultrasónica y puntas de tamaño estándar para eliminar cualquier depósito supragingival. El siguiente paso debe involucrar la instrumentación subgingival, con puntas más delgadas y utilizadas con suficiente potencia, según las características del depósito. Cuando se aplica este tipo de instrumentación, la configuración de la potencia es importante, y debe ser siempre la más baja que permita remover el depósito.
Después de un desbridamiento completo con las puntas más delgadas, se deben evaluar las superficies radiculares y continuar trabajando con instrumentación manual, utilizando curetas específicas para el área. La selección de la cureta se basa en la topografía del saco. Las curetas de tamaño estándar se pueden utilizar en bolsas anchas y profundas. Las mini curetas deben usarse en bolsas estrechas. Un explorador de punta fina es útil en este punto para evaluar la textura de la superficie de la raíz.
Después de la instrumentación manual final para la eliminación de depósitos, las puntas ultrasónicas delgadas se pueden usar nuevamente en una configuración de baja potencia para eliminar cualquier mancha o lodo de la superficie de la raíz y alisarla lo más posible. Las limas de diamante se pueden utilizar a mano como instrumentación de acabado final, para lograr una superficie radicular lisa y libre de cualquier depósito o mancha superficial. En los casos moderados o graves, se suele aplicar un agente antimicrobiano.
Los pasos finales opcionales incluyen el pulido de los dientes y la aplicación de flúor.
Cuanto más avanzada sea la enfermedad, más largo será el tratamiento inicial. Un caso incipiente de periodontitis crónica puede requerir de solamente una o una hora y media de instrumentación. Un protocolo eficaz para un caso moderado es de dos visitas, cada una con una duración de hora y media o dos horas. El lado derecho de la boca se puede completar en una visita, y luego el lado izquierdo en otra. En un caso grave, pueden ser necesarias tres visitas de dos horas o cuatro visitas de hora y media.
Es difícil, si no imposible, establecer pautas absolutas sobre cuánto tiempo puede requerir un caso específico para ser bien instrumentado. Existen muchas variables, incluida la dureza del depósito, dificultad de acceso a las superficies radiculares por variables anatómicas, la profundidad de la bolsa, la presencia de restauraciones sobrecontorneadas, el grado de inflamación gingival y la habilidad o destreza del profesional; entre otras. La instrumentación debe prolongarse hasta que la raíz quede totalmente libre de depósitos.
La periodontitis crónica grave es la más difícil de tratar. A menudo, se pueden perder varios dientes. El control permanente y de por vida con un Especialista en Periodoncia es el mejor plan de tratamiento para un paciente periodontal de este tipo.
“El Principal Objetivo de las Tartrectomías y Raspados Radiculares, Es el de Remover el Cálculo y Alisar las Raíces de los Dientes para Tratar y Controlar la Enfermedad Periodontal”.
DENTAL TIP
¡Una Instrumentación Combinada Es Nuestro Moderno y Exitoso Enfoque para el Tratamiento Periodontal!
Nos permite la eliminación total de depósitos supragingivales, sin dañar el esmalte dental. En casos más avanzados, utilizamos puntas más delgadas para las superficies más profundas de las raíces. Estas puntas, aplicadas con la potencia adecuada, pueden eliminar casi la totalidad del cálculo subgingival sin apenas afectar la integridad del cemento radicular.
El siguiente paso de nuestro protocolo es la instrumentación manual, que facilita el desbridamiento a nivel de ranuras y accidentes anatómicos. Los avances en el diseño de estos instrumentos, nos permiten lograr un mejor acabado en todos los procedimientos de raspado radicular.
Para finalizar, volvemos a utilizar el ultrasonido, ahora con baja potencia y puntas ultrafinas; para irrigar, eliminar los residuos ya desprendidos y alisar la superficie radicular.
Este protocolo de instrumentación combinada también puede ser modificado con el uso de medicamentos y otros instrumentos manuales, según las exigencias del caso. Su objetivo final no es otro que el de lograr un tratamiento eficaz para mejorar el estado de salud periodontal de todos nuestros pacientes.
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