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En la actualidad, el turismo de salud se puede definir como el proceso de viajar fuera del país de residencia para recibir atención médica, generalmente inducido por factores económicos. Como regla general, los tratamientos médicos y dentales en los países en vías de desarrollo son mucho más baratos que en los del “primer mundo”.
Pero lo crea o no, desde tiempos muy remotos la gente ha viajado a otros sitios y regiones en busca de mejorar su salud, aunque posiblemente por razones distintas a los precios.
En las primeras civilizaciones de la India, China, Mesopotamia y Egipto, el turismo médico o de salud principalmente se manifestaba como la peregrinación de personas a templos sagrados para tomar baños medicinales y de aguas termales.
Alrededor del año 4.000 a.C., muchas personas realizaron viajes de peregrinación a los templos de Mesopotamia para ser diagnosticadas de sus enfermedades, y luego se desplazaban hasta Sumeria para recibir tratamiento en sus centros de salud, que habitualmente estaban alrededor de sus aguas termales.
Turismo Médico en las Antiguas Grecia y Roma
– Asclepio, el gran dios de la medicina –
El primer antecedente registrado de turismo médico es el de viajeros de Grecia que partieron por el mar Mediterráneo hacia Epidauro, un pequeño territorio en el Golfo Sarónico. Se decía que ese territorio era el santuario de Asclepio, conocido como el Dios de la curación en la mitología Griega. Los “turistas médicos” de la época recibían atención en forma de baños calientes, comida sana y vino tinto.
En la antigua Roma, los baños termales se usaban con fines medicinales. Pero con la expansión del imperio Romano durante más de 1.000 años de historia; peregrinos, diplomáticos y reyes de muchos rincones del mundo antiguo llegaron al Mediterráneo en busca de consejos médicos y tratamientos de salud.
Turismo de Salud en el Mundo Árabe, Persa e Islámico
Durante los siglos VII y VIII d.C., varias tribus Árabes se extendieron desde la Península Arábiga hasta los Pirineos y la India.
– Médicos del Islam, los grandes sanadores de su tiempo –
La civilización Islámica contribuyó mucho a la medicina, y desde muy temprano desarrolló un sistema para el tratamiento médico de extranjeros en instalaciones especializadas. Lo más probable es que la idea de la creación de hospitales sea una de las aportaciones más destacadas de la medicina Islámica.
El hospital Mansuri fue el centro de turismo médico más importante de aquella parte del mundo y fue construido alrededor del año 684 por el rey Qalawun. Sus instalaciones incluían quirófanos para cirugía, un departamento para tratar las enfermedades oculares y farmacia. También, ofrecía secciones de la infraestructura exclusivas para mujeres, biblioteca y numerosas salas de conferencia.
El Onsen Japonés
– Dogo, Hondani, Kawauchi, Minara y Nibukawa son algunos de los Onsen más conocidos –
Debido a que Japón está en el anillo de fuego del Pacífico y es una isla volcánicamente activa, es común encontrar en muchas de sus regiones aguas termales que emergen de las profundidades de la tierra, las cuales son ricas en minerales y tienen propiedades curativas. Estas aguas termales se conocen como Onsen Japonés y desde el siglo XII se utilizan en el tratamiento del dolor, la artritis y la cicatrización de heridas; entre otras propiedades curativas.
Actualmente, diversos estudios científicos avalan las propiedades sanadoras y terapéuticas de estas aguas mineralizadas. Esa es una de las razones más poderosas por las que el Onsen Japonés sigue atrayendo a un número significativo de visitantes de todos los rincones del planeta.
Turismo de Salud en la India
La historia del turismo de salud en la India está fuertemente relacionada con la popularidad del yoga y la medicina ayurvédica. Desde el nacimiento del yoga hace más de 5.000 años, la India ha tenido una afluencia permanente de viajeros en busca de sanación, tanto física como espiritual.
– El Yoga es una doctrina filosófica Hindú de los adeptos al brahmanismo que se basa en las prácticas ascéticas, el éxtasis, la contemplación y la inmovilidad absoluta; para llegar al estado de perfección espiritual y al estado beatífico –
Sus aportes en el campo de la medicina fueron sorprendentes y abundantes, entre los que encontramos el desarrollo de más de un centenar de instrumentos quirúrgicos como hojillas, navajas, lancetas, agujas, pinzas para la extracción de piezas dentales, sondas, ventosas y vendajes; entre muchos otros.
Además, los hindúes desarrollaron el campo de la cirugía de manera extraordinaria, destacando los tratados de Charaka Samjitá y el Susruta Samjitá. Estos tratados describen, entre otros procedimientos, la práctica de la operación de cesárea, algunos tipos de cirugía plástica, la cirugía de cataratas, la corrección del labio leporino y la extracción de cálculos en la vejiga. Para realizar las cirugías utilizaban el poderoso fármaco sammohini, que dejaba inconsciente al paciente.
Aunque los avances médicos occidentales han cautivado a las ciencias de la salud en todo el mundo, la India siempre ha conservado esa esencia de espiritualidad de las artes curativas, razón por la cual se considera el principal punto de referencia para los practicantes de la medicina alternativa.
Turismo Sanitario en Europa Durante y Después del Renacimiento
Durante el período del Renacimiento, no solo hubo un enorme desarrollo del arte y la cultura en Europa. También fue un período en el que floreció el turismo de salud.
– Bath, la histórica ciudad de los baños termales –
En el siglo XVI, los ricos y la élite Europea redescubrieron los baños romanos y acudieron en masa a ciudades turísticas con balnearios como St. Mortiz, Ville d’Eaux, Baden Baden, Aachen y Bath en Inglaterra. La palabra “spa”, derivada del término romano “salute per aqua” o salud a través de las aguas, se utilizó por primera vez en esta época.
La ciudad de Bath disfrutó del patrocinio real y se convirtió en el lugar ideal para la recreación y el bienestar de los ricos y famosos. En 1720, Bath se convirtió en la primera ciudad de Inglaterra en tener un sistema de alcantarillado y estuvo más desarrollada que Londres por muchos años. Sus caminos estaban pavimentados, las calles tenían luces y surgieron muchos hoteles y restaurantes. En general, la ciudad se embelleció, y todo gracias al turismo médico.
La tendencia de viajar a balnearios, playas y spas continuó en Europa durante los siglos XVIII, XIX y XX; principalmente para tomar el sol, respirar aire puro y pasar un buen rato. Hoy en día, los turistas continúan acudiendo en masa a estos lugares en busca de relajación, diversión y salud.
Turismo de Salud en el Nuevo Continente
– Curandero aborigen haciendo gala de sus poderes sobrenaturales –
Los aborígenes Americanos tenían importantes conocimientos sobre medicina mucho antes de la llegada de los conquistadores. Por ejemplo, los aztecas sabían de setenta enfermedades y tenían tratamiento para todas. Las terapias consistían en utilizar las propiedades curativas de animales, plantas y minerales.
Además, como pueblos guerreros, habían alcanzado un importante desarrollo en el campo de la cirugía. Usaban extractos de plantas para adormecer a los guerreros heridos durante las operaciones y cosían las heridas con cabellos.
Aún hoy en día, en muchos pueblos de América; los curanderos, chamanes y yerbateros son respetados y gozan de gran credibilidad. Estas personas son generalmente descendientes amerindios que practican la medicina ancestral mediante el uso de plantas, amuletos, rezos y oraciones. Incluso, se jactan de afirmar que curan con procedimientos mágicos o haciendo uso, supuestamente, de poderes sobrenaturales.
Turismo Médico en la Antigua China
– China: una cultura milenaria –
Para comprender los orígenes de la medicina tradicional China, primero es necesario conocer las bases de su cultura, que está fuertemente influenciada por las corrientes del confucianismo y el taoísmo.
El confucianismo comenzó a desarrollarse en el siglo VI a.C., una filosofía dentro de la cual la familia y el cuerpo humano son sagrados e intocables, y los estándares morales son muy estrictos.
Ante esto, la medicina China evolucionó de manera diferente a la occidental, es decir, el respeto por el cuerpo humano no permitió la evolución de la cirugía ni la práctica de estudios sobre cadáveres; y en consecuencia, se desarrolló un tipo de medicina no invasiva.
El taoísmo apareció alrededor del año 571 a.C., una corriente que cree que actuar de acuerdo con la naturaleza aumenta la resistencia física, previene las enfermedades y retrasa el envejecimiento. La figura del Tao se describe como dos fuerzas opuestas y complementarias: el Yin y el Yang. Según esto, la gente se enferma por desequilibrios, ya sea por exceso de Yin y escasez de Yang o viceversa.
– La acupuntura consiste en la introducción de agujas muy finas en determinados puntos del cuerpo humano para aliviar dolores, anestesiar determinadas zonas y curar ciertas enfermedades –
El tratamiento de enfermedades en la medicina tradicional China incluye acupuntura, moxibustión, uso de ventosas, masajes o tuina, fitoterapia, dietoterapia, Tai Chi y Qi Gong. Desde la antigüedad, millones de personas han viajado a China en busca de tratamientos médicos mediante el uso de hierbas, masajes, alimentación saludable y acupuntura.
Turismo de Salud en Nuestros Tiempos
En resumen, podemos concluir que el turismo de salud no es un fenómeno nuevo, pues desde tiempos remotos las personas han viajado en búsqueda de una mejoría, cuidado y sanación; tanto del cuerpo como de la mente.
Destacan las propiedades curativas del agua como una poderosa fuente de atracción de turistas de la salud en el mundo antiguo; tal es el caso de Roma y Grecia, el Onsén Japonés y la dinámica Europea de la edad media. También, sobresale el turismo de salud hacia la India y China, dado que estos antiguos viajeros buscaron el equilibrio entre el cuerpo y la mente a través del yoga, la medicina ayurvédica, la acupuntura y el Tai Chi; entre otros.
– Cada año, según la Medical Tourism Association (MTA), cerca de 14 millones de personas en el mundo se desplazan a otros países en busca de atención médica. Una actividad que genera un valor de entre 50 y 70 billones de dólares –
Pero no todo es historia y pasado. Hoy en día, el turismo de salud, y el turismo dental en particular; son más frecuentes que nunca, aunque las motivaciones de los viajeros sean completamente diferentes.
Por lo general, el turista de nuestros tiempos ya no busca soluciones mágicas ni curas milagrosas. Su principal objetivo es el de conseguir mejores ofertas fuera de sus fronteras, buenas clínicas y precios que le permitan acceder a tratamientos especializados, extensos o complejos; de muy alto costo en su país de residencia.
En consecuencia, el flujo actual de viajeros se genera en los 5 continentes, y suele dirigirse desde los países más desarrollados hacia aquellos de economías emergentes, donde los gastos operativos y honorarios profesionales son considerablemente menores.
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